Ataque israelí en sitio de ayuda en Gaza causa múltiples muertes civiles y estancamiento en negociaciones de alto el fuego
Recientemente, se produjo un ataque israelí cerca de un punto de distribución de ayuda humanitaria operado por una organización civil estadounidense en Rafah, al sur de Gaza, que dejó al menos 31 palestinos muertos, según informaron las autoridades sanitarias locales.
Este ataque vuelve a mostrar la extrema inestabilidad de la situación de seguridad, incluso después de que Israel suavizara su bloqueo de casi tres meses a Gaza el mes pasado.
Los lugares donde se reúnen las personas para recibir ayuda necesaria se han convertido en zonas de peligro, por lo que el personal médico local advierte a los civiles que no acudan a los puntos de distribución de ayuda.
La Media Luna Roja Palestina, una institución médica local, reportó la recuperación de 23 cuerpos cerca de Rafah y el tratamiento de 23 heridos; otras 14 personas resultaron heridas en otro punto de distribución en el centro de Gaza.
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una organización estadounidense que gestiona estos puntos de ayuda, negó la ocurrencia de bajas en su punto de distribución y afirmó que todas las actividades de ayuda se desarrollaron sin problemas.
Sin embargo, residentes y personal médico testificaron que soldados israelíes dispararon a grúas cercanas y que tanques apuntaron varias veces contra las personas que esperaban ayuda.
Hamas e Israel se culpan mutuamente por los ataques, acusando que los puntos de distribución de ayuda se han convertido en 'trampas mortales'.
Hamas sostiene que la ayuda humanitaria se está utilizando como medio bélico y que civiles hambrientos están siendo forzados a reunirse en zonas expuestas y mortales.
Los palestinos que perdieron a familiares condenaron las acciones militares israelíes como 'masacres' y 'limpieza étnica', expresando su indignación durante los funerales que se llevan a cabo.
Mientras tanto, la Fundación Humanitaria de Gaza recibe apoyo de los gobiernos de Estados Unidos e Israel y ha asumido el trabajo de ayuda en lugar de organizaciones humanitarias tradicionales, pero enfrenta fuertes críticas internacionales y de la ONU por preocupaciones de desplazamiento forzado y promoción de violencia contra palestinos.
El exdirector de la organización renunció debido a la falta de independencia y neutralidad, y la fuente de su financiación sigue siendo poco clara.
Israel dice que realiza estrictos controles para filtrar a posibles individuos relacionados con Hamas entre quienes buscan ayuda, y se están investigando si el reciente ataque fue una acción militar.
Por separado, las negociaciones informales de alto el fuego mediadas por países árabes y Estados Unidos enfrentan dificultades, ya que Hamas exige modificaciones a la propuesta estadounidense y rechaza la oferta actual de alto el fuego.
En particular, Hamas manifestó disposición para liberar a 10 rehenes civiles retenidos por Israel, pero exige el fin de la guerra y la retirada de tropas como condiciones para el alto el fuego, lo que provoca la oposición israelí.
Israel inició una gran operación militar en Gaza el 7 de octubre tras un ataque de Hamas al sur de Israel, que causó numerosas víctimas civiles y la destrucción de la mayor parte de las zonas urbanas en Gaza.
Las autoridades sanitarias de Gaza confirman que la mayoría de las muertes son civiles, mientras que las cifras de militantes fallecidos son inciertas.