La Rebaja de la Calificación Crediticia de EE. UU. por Moody’s y el Impacto del ‘Big Beautiful Bill’
¿Has escuchado la reciente noticia de que Moody’s rebajó la calificación crediticia de EE. UU. un nivel? Hasta ahora, EE. UU. mantenía la máxima calificación, pero esta vez bajó un escalón.
La razón de Moody’s para tomar esta decisión es que la deuda nacional ha aumentado hasta 36 billones de dólares, y se teme que los recortes de impuestos a gran escala, el aumento del gasto y la reducción de la red de seguridad impulsados por el Congreso aumenten aún más la deuda.
El proyecto de ley, conocido como el ‘Big Beautiful Bill’, incluye recortes de impuestos, aumento del gasto y recortes en bienestar social. Como aún no se ha alcanzado un acuerdo final, los inversores están nerviosos.
En particular, se ha utilizado la expresión 'vigilante del mercado de bonos', que advierte sobre el endeudamiento imprudente del gobierno y se refiere a los inversores que hacen que pedir prestado sea difícil y costoso.
Los expertos del mercado dicen que esta rebaja no causará una venta masiva a corto plazo, pero podría aumentar la conciencia sobre la política fiscal estadounidense y afectar el sentimiento de los inversores.
Por ejemplo, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años ha ido aumentando gradualmente, lo que puede interpretarse como que los inversores exigen intereses más altos porque creen que EE. UU. podría tener dificultades para pagar a largo plazo.
Sin embargo, la Casa Blanca ha negado que la evaluación de Moody’s tenga una intención política, y un economista de Moody’s fue criticado por no estar de acuerdo con la administración Trump.
Actualmente, el Congreso apunta a aprobar el proyecto de ley para finales de mayo y debe resolver urgentemente el aumento del techo de la deuda al mismo tiempo.
Si se supera el techo de la deuda, el gobierno no podrá gastar dinero, y este punto, llamado ‘fecha X’, se prevé para agosto, aumentando la ansiedad entre los inversores.
El proyecto de ley genera división entre los legisladores que quieren reducir el gasto y los que prefieren la expansión fiscal, y especialmente es difícil ajustar los gastos esenciales como los presupuestos de bienestar social.
Los expertos advierten que si la tendencia del déficit fiscal actual continúa, podría afectar negativamente a la economía de EE. UU., y sin una reestructuración fundamental del gasto, la situación podría empeorar.
Personalmente, al observar esta compleja situación política y los indicadores económicos, creo que debemos seguir vigilando cómo evolucionará la política fiscal estadounidense.
Especialmente porque estas tensiones pueden afectar al mercado de valores estadounidense en el que invertimos, creo que es importante prestar atención a las noticias y tratar de entenderlas.